Nombre vulgar: Encina, carrasca; chaparro (cuando la encina es jóven o tiene un porte de mata).
Nombre científico: Quercus ilex L. subsp. ballota
Partes comestibles: su fruto, las bellotas
Modo de empleo: crudas, pelando tanto la cáscara como la piel interior algo amarga que recubre los cotiledones.
Asadas en una sartén o en la lumbre, como si fuesen castañas.
Cocidas, formando una masa que mezclada con miel, sírve para preparar dulces y pastelillos; cocidas con azúcar y trituradas se consumen sobre pan tostado; cocidas como ingredientes de guisos, especialmente con lentejas.
Recolección: de octubre a noviembre
Hábitat: es el árbol que mejor se adapta nuestro clima semiárido y a nuestro suelo calizo.
Observaciones: en diferentes yacimientos neolíticos y de la edad de bronce de Albacete se han encontrado bellotas, lo cual parece atestiguar su uso en la alimentación humana de aquel entonces.
El historiador romano Plinio, ya mencionaba en sus escritos la importancia de las bellotas en la alimentación de los primitivos pobladores de la Península Ibérica. Se molían para obtener una nutritiva harina que se consumía cocida en forma de gachas.