Ayer hice esta mermelada.
Empleé pimientos rojos y azúcar
Se pelan los pimientos (mejor con un cuchillo muy fino). Una vez pelados, se pesan, y se ponen en una olla, junto con azúcar, en la proporción de 60% de fruta y 40% de azúcar. Se le añade una pizca de agua, la suficiente para que el azúcar se licúe un poco y se lleva al fuego. Si se tiene tiempo, puede eliminarse el agua, dejando macerar la mezcla unas horas.
Cocer 30 minutos con la olla destapada, a fuego medio. Pasado ese tiempo, y como el pimiento no queda deshecho, se saca con una espumadera y se tritura con la batidora, para añadirlo nuevamente al almíbar.
Luego, ya viene el punto que se quiere de coagulación. Yo voy probando echando una cucharada de mermelada en un plato pequeño y lo enfrío en la nevera; la verdad es que, aunque parezca algo líquido, coagula muy bien, y enseguida queda espesa (unos diez minutos más).
Finalmente, la coloco en frascos pequeños y la esterilizo 15 minutos al baño maría. Se conserva más de un año.
Además de ser muy buena en tostada para el desayuno, es ideal acompañando un pincho de morcilla de arroz, o de longaniza de Aragón.
Seguro que también acompañará bien a una butifarra.