Cuando se habla de "salir de setas", todo el mundo piensa en amanitas, lactarius, agaricus o boletus. Setas grandes, vistosas, que llenan la cesta y quedan muy bien en las fotos. Sin embargo, a poco que miremos, a poco que sepamos ver, la naturaleza nos ofrece maravillas también en lo más pequeño, en las setas que uno pisa cuando va en busca de sus hermanas mayores. ¿Os habéis parado a contemplarlas? Mirad: