Os cuento mi penúltima salida, de primeros de noviembre. Como viene siendo habitual, me tocó ir sólo, últimamente no convenzo a ningún amigo para que se venga conmigo, eso sí, mi perro se viene encantado.
Salí más bien pronto y sin atasco llegué al sitio previsto, donde en otras ocasiones he conseguido buenas capturas.
Multitud de coches aparcados me indicaban que no había sido el único al que se le había ocurrido dejarme caer por allí.
El día estaba más bien soleado y apacible, pero según subía a la sierra empezaban las nubes y la niebla a envolverlo todo y arriba dos grados y un viento helado. Me dá igual, en peores días he salido.
Como veía mucha cesta, decidí atravesar un buen rato antes de ponerme a buscar. Enseguida encontré un edulis, lo que no me dió buena espina, porque si tengo suerte al principio luego estoy dos horas sin coger nada....
Todo estaba muy húmedo y había una gran cantidad de especies, muscarias, tricholomas, russulas, cortinarius, amanitas..., una auténtica borrachera micológica. Al rato se puso a llover, menos mal que llevaba el gore-tex.
Después de tres horas, al final no se dió mal, unos pocos edulis, pié azul, molineras y pardillas para comer y muchas otras para deleite de la vista. Lástima que tenía que volver a casa a comer, me quedé con ganas de más.
Os pongo unas fotitos, esta vez no me han salido muy bien, había muy poca luz. Espero que os gusten.