Con la suerte del novato, este finde recolecté una cesta de amanitas cesareas.
Siempre las tuve por una de las reinas de las setas y reconozco que cuando las encontré sentí una emoción enorme, la verdad que eran un espectáculo.
Les he probado ya de tres formas:
1. Crudas, partidas en laminas muy finas, en un caldo muy suave de verduras
2. También crudas y en laminas muy finas, en una especie de carpaccio.
3. Ligeramente rehogadas en aceite no muy caliente.
Aunque su textura me ha resultado impresionante, las he encontrado excesivamente insipidas, sobre todo al comparadas con otras setas que había probado anteriormente(boletus, cantarelas, champiñones, macrolepiotas, colmenillas, trompetas de la muerte...). Tengo que reconocer que aunque su vista y su textura son maravillosas, me decepcionan en el paladar.
¿Ha sido por tomarlas crudas o muy poco hechas?
¿puede ser que según donde y cuando se cojan tengan +ó- sabor?
Todavía me quedan unas cuantas, las mas cerradas, algunas auténticos huevos, os agradeceria si alguien me aconseja como potenciar su sabor (estaba pensando por ejemplo tomarlas con gengibre u otro potenciador de sabor)