Pues sí, muy buena reflexión. De hecho, yo el otro día salí a buscar setas aqui en León, y estaba todo tan seco, que no cogí ninguna... pero ¿sabes? no me importó mucho, pues me adentré en un bosque precioso, pude contemplar algunos ciervos correteando por allí, y me encontré con unos pájaros preciosos, que no conocía.
Al llegar a la ciudad, comenté con unas amigas, que venía de coger setas (me vieron con la cesta vacía) e intentaron consolarme por no llevar ninguna, pero les respondí que no se preocupasen... que había pasado una mañana excelente, había disfrutado muchísimo y encima, había disfrutado también mi perro (que me acompañó), una mañana para purificar el alma en contacto con la naturaleza, que de vez en cuando es más que necesario.
Gracias por tu reflexión.
Un saludo
P.D. Unos días antes de mi salida por los montes de León, salí por una zona cercana al ----- (Ávila), me traje un montón de boletus, pero me vine con mala sensación, pues el monte estaba plagado de gente, encontré huellas por todas partes, setas rotas a mogollón (tanto buenas como molas) y un monte que parecía la Gran Vía en hora punta. Nos tocó subir y subir, donde no llega casi nadie, para poder traernos unos cuantos boletus. En fin, ojala la gente sea un poco más consciente de lo que hay en la naturaleza, y de que debemos cuidarlo.