Hubo gente querido Alberto que se quedó esperando a un bocadillo de chorizo y un hombre fugaz con navaja albaceteña en la mano tras él, mmmmmmmmmmmmm, se le puso falta y de las graves, haciendo constar los presente que a la mera reiteración perdería el encanto. Que no se vuelva a repetir, la próxima con bebé bajo el brazo, o en la cesta, lo que prefieras, jejejeje. Salu2