Así es Dani, como tu lo dices. Antes y después de aficionarme a la busqueda de setas, salgo al monte a disfrutar de la naturaleza. Nunca he vuelto frustrado por volver con la "cesta vacía" porque siempre traigo cosas en la "mochila", de esas que tan bién describes: Un roble incréíble, una rapaz entre los árboles, la lluvia cayendo mientras te refugias bajo un árbol, la caricia del viento, una bellota singular, ... No me expresé bien. Era la primera vez que me acercaba a Ultzama (Parque micológico) y, aunque no iba con muchas expectativas, la cesta (la de las setas) totalmente vacia me decepcionó un poco. Vendrán otros muchos dias...