Buenas noches, “niueret”.
Sin duda habrá interlocutores más cualificados, pero quizás os sirva este comentario, sin más autoridad que la de estos días desempolvando libros sobre hongos.
Los hongos citados en este hilo, y muchos otros de aspecto semejante, forman un denso grupo de hongos (Poriales), en el que “la gran mayoría… producen cuerpos fructíferos de consistencia cariáceo-suberosa” (Strasburger. “Tratado de botánica”. Barcelona, 1974, p. 508). Esto hace que, una vez secos, se puedan utilizar como combustible.
A estos hongos se les conoce con la denominación común de “yesqueros”, nombre que abarca un buen número de géneros.
El Diccionario de la Lengua Española define “hongo yesquero” como: “Especie muy común en España al pie de los robles y encinas, que carece de pedicelo y es de color de canela. Macerado en agua, machacado e impregnado de nitro, constituye la yesca”. El mismo Diccionario define “yesca”, entre otras acepciones, como; “1. f. Materia muy seca, comúnmente de trapo quemado, cardo u hongos secos, y preparada de suerte que cualquier chispa prenda en ella. 2. f. Cosa sumamente seca, y por consiguiente dispuesta a encenderse o abrasarse…”.
Al margen de que el redactor del Diccionario parece que no debía tener mucha idea de botánica (no tiene claro el concepto de “especie” e ignora los yesqueros de especies tan comunes como el pino), parece que el hongo yesquero se utilizaba comúnmente de antiguo, para preparar un combustible eficaz para iniciar el fuego.
He encontrado en internet una cita, en una revista agrícola chilena, el siguiente comentario: “La yesca es una enfermedad tan antigua como el cultivo de la vid. Su nombre deriva del uso dado a la madera descompuesta por hongos lignívoros, la que arde lentamente y era usada para mantener el fuego encendido sin llama. También se denomina esca, que es el nombre en latín del cuerpo frutal muy carnoso de algunos de estos hongos, que una vez seco era usado como mecha para encender fuego. El origen de esta enfermedad no está bien establecido y se le atribuye a un complejo de hongos basidiomycetes (Stereum hirsutum, Phellinus igniarius y Fomitiporia punctata) y itospóricos (Cephalosporium, Acremonium y Phialophora )” (Magdalena Cruz, A. “Cultivos Vitivinícolas: Enfermedades de la Parra”. Gobierno de Chile. Ministerio De Agricultura).
Aquí aparece otra acepción de “yesca”, que se relaciona también con los hongos yesqueros y su capacidad, una vez preparados, de provocar el fuego. Y su utilización desde antiguo.
Un saludo cordial.