Hola a tod@s.
El resto de lo que hado de sí un pobre verano micológicamente hablando, todo lo mostrado pertenece a 5 recogidas de muestras, en el Pirineo Francés (Candanchú), Valle de Pineta (Bielsa), la Vall Fosca (Lleida), puerto de Perves (Lleida) y Llimiana (Lleida).
Empiezo como de costumbre con los "cromos nuevos", en esta ocasión apenas 11.
Un Corticial, con esporas amiloides, esto simplifica mucho su determinación ya que son pocos los que presentan esta característica, el
Amylocorticium subincarnatum.
Un Dacrymyceto de aspecto completamente árido y seco, su microscopía me conduce al
Cerinomyces volaticus.
Una Daldinia de las que me faltaban, la
Daldinia childiae.
Y parasitando a la Daldina childiae, tenemos este poco común hongo, con olor penetrante a curry, el
Entonaema cinnabarinum.
Una Diplodia que prácticamente terminaba con la vida de unos arbustos de Crataegus monogyna, como no pude observar con claridad todas sus características microscópicas, dejo el tema abierto a futuros estudios como
Diplodia cf. crataegicola.
Un par de hipogeos, estos se los debo a
Pablo Chacón y muy en especial a su perrita
Tundra, agradecer además la ayuda inestimable de
Ita Paz Conde a la hora de su determinación, por un lado el
Elaphomyces decipiens.
Y por otro lado otro Elaphomyces que no había estudiado aún, el
Elaphomyces muricatus.
Sobre unas hojas de Amelanchier ovalis, tenemos la fase ecial del
Gymnosporangium amelanchieris.
Una pequeña Mycena sobre juncos en descomposición, la
Mycena bulbosa.
Un vistoso parásito de Hypoxylon, la Isaria umbrina, actualmente
Nodulisporium umbrinum.
Y para terminar con los cromos nuevos, un Corticial parecido a la Terana caerulea, este sobre madera de coníferas, una Pseudotomentella de reciente creación (2021) dentro del complejo grupo de la Pseudotomentella tristis, la Pseudotomentella rotundispora, según Index Fungorum actualmente
Polyozellus rotundisporus.
Seguimos con más cosillas que ya había estudiado en anteriores ocasiones, la Antrodia sinuosa, actualmente
Amyloporia sinuosa.
Sobre madera de coníferas (Pinus sylvestris) un par de Anomolomas, el
Anomoloma albolutescens.
Y con abundantes rizomorfos que dan lugar a su apellido, tenemos el
Anomoloma myceliosum.
Muy abundante, de esta no cogí ni muestra, la Bisporella citrina, actualmente
Calycina citrina.
Cos su aspecto característico, la abundante
Chlorociboria aeruginascens.
Muy abundante formando grandes colonias en el suelo, el Gymnopus confluens, actualmente
Collybiopsis confluens.
Sobre madera descortezada de Pinus sylvestris, la
Coniochaeta pulveracea.
Sobre el himenio de un Polyporal en descomposición, un sustrato nada habitual para la especie, con esporas fusiformes, tenemos la
Coniophora fusispora.
Una Daedaleopsis que durante mucho tiempo se consideró como una variedad de la Daedaleopsis confragosa, hoy en día con taxón propio, la
Daedaleopsis tricolor.
Un anamorfo de Daldinia, algo que no suele ser habitual el encontrarlo en la Naturaleza, pero es que ya es la tercera vez que me lo encuentro, en las dos anteriores recurrí al análisis molecular, con conidiogénesis tipo Nodulisporium, el anamorfo de la abundante
Daldinia concentrica.
Segunda vez que me la encuentro (llevaba 8 años sin verla) y la primera en obtener la microscopía completa, la
Ditiola radicata.
Un Mixomiceto, sobre madera de pino, la
Fuligo candida.
Brotando en el hueco de un tronco, un par de ejemplares de la
Helvella lacunosa.
Otro hipogeo, un regalito de Pablo Chacón, el de mi estudio anterior me lo regaló Juan Andrés Román, la
Hydnocystis bombycina.
Aunque bastante irreconocible, otro Mixomiceto, la abundante
Mucilago crustacea.
Un pequeño grupito de la fotogénica
Mycena arcangeliana.
Otra Mycena, al igual que la anterior del Valle de Pineta, una constante durante toda la mañana, la
Mycena renati.
Uno de los Corticiales más abundante, sexto estudio que realizo a la especie, la
Peniophorella praetermissa.
Otro Corticial, al igual que el anterior muy abundante, con largos cistidios que superan ampliamente las 100 micras, la
Phanerochaete sordida.
Uno que llevaba muchos años sin ver y del que me faltaba la microscopía, el Merulius tremellosus, actualmente
Phlebia tremellosa.
Irreconocible por su pequeño tamaño, alguien por ahí apostaba por la Limacella guttata, nada más lejos de la realidad, alguna caca habría debajo, la abundante
Protostropharia semiglobata.
Sobre unas hojas de boj, tenemos la
Puccinia buxi.
Una Ramaria propia de pinares, la microscopía apunta solo a la
Ramaria suecica.
Este aunque su identidad me parecía muy clara, me despistó el hábitat (sobre madera de Pinus sylvestris), según Ryvarden parece ser que muy ocasionalmente también puede aparecer sobre madera de coníferas, la microscopía no hizo más que confirmar todas mis sospechas, el
Steccherinum ochraceum.
Una Stemonitis, de las que más veces me he encontrado, la
Stemonitis axifera.
Un Stereum sangrante al roce o corte, el
Stereum rugosum.
Una Tomentella de zonas de montaña, la
Tomentella alpina.
Un Trichaptum con aguijones en el himenio, el
Trichaptum fuscoviolaceum.
Un Tubulicrinis con liocistidios (cistidios subulados), el
Tubulicrinis subulatus.
Y por último sobre madera descortezada, con grandes esporas tenemos la
Vuilleminia comedens.
Saludos a tod@s.