Hola a tod@s.
Unas pocas imágenes de hongos tropicales, mayoritariamente fotografiados y recolectados entre los días 7 de enero y 8 de marzo en la República Dominicana.
Empezamos con tres pertenecientes a mi última estancia en la Isla (entre junio y agosto de 2023) y que para su identificación fue necesario recurrir al análisis molecular.
Un Polyporal con aspecto de Antrodia, del que prácticamente no existe información en la red, y que ni tan siquiera aparece en ninguno de los tres tomos de Polyporales tropicales de Ryvarden, el análisis molecular determinó que se trataba de
Aporpium miniporum.
Un Pezizal, que la secuenciación lo sitúa en el clado del Coprotus sexdecimsporus, especie que debo descartar por presentar tal y como su nombre indica, ascos con 16 esporas (en mi caso ocho), muy cercano molecularmente a la Boubovia ovalispora con la que microscópicamente encaja a la perfección, Uwe Lindemann lleva ya 5 años intentando poner orden a estos géneros, hasta que no complete su trabajo debo guardarla en mis archivos como
Boubovia ovalispora sl.Un hongo Marasmioide que la secuenciación del gen ITS lo sitúa justo al lado del Marasmius sacchari, especie que si bien está referenciada en la República Dominicana, se trataría de un parásito exclusivo de la caña de azúcar, y que aunque parece brotar del suelo afectaría directamente a sus raíces, muy distinto ya tan solo a nivel macroscópico, con el centro del sombrero de color café, pie bastante corto con relación al sombrero y con un modo de crecimiento cespitoso, como tengo bastante claro que estamos ante una nueva especie aún no descrita, atendiendo a su hábitat, queda de momento con el nombre provisional (no legítimo) de
Marasmius mangiferafoliae ad. int., apellido que haría referencia a su sustrato (hojas de mango).
Ya sin análisis molecular seguimos con más hongos.
Un Corticial muy común por la zona, bastante camaleónico, la
Athelia epiphylla.
Una Psathyrella sin pleurocistidios (Candolleomyces) y con esporas muy pálidas, dentro del género Candolleomyces y con esporas muy pálidas, la más parecida sería la Candolleomyces sulcatotuberculosus, aunque tengo claro que no se trata de esta y que incluso lo más probable es que estemos ante una nueva especie aún no descrita, en espera de que vayan apareciendo nuevos taxones, queda de momento como lo más parecido, es decir
Candolleomyces aff. sulcatotuberculosus.
Un Polyporal parecido al Polyporus alveolaris = Neofavolus alveolaris, pero de color blanco y con carne prácticamente inexistente, el tropical
Favolus tenuiculus.
Este lo reconocí a distancia, el anamorfo, la fase asexual o imperfecta del Botryobasidium curtisii, el
Haplotrichum curtisii.
Un Mixomiceto que aunque su presencia no se considera rara, es la primera vez que me lo encuentro, y ha tenido que ser en el Continente Americano, la
Hemitrichia serpula.
Todo un clásico que llevaba ya varios años sin ver, el
Hypoxylon lenormandii.
Un Leucocoprinus, la microscopía obtenida lo sitúa a medio camino entre el Leucocoprinus fragilissimus y el Leucocoprinus flavescens, aunque un poco más cerca de este último, quizás hasta una hibridación de ambos ya que ambos en años anteriores los había encontrado por la misma zona, queda como lo más parecido,
Leucocoprinus aff. flavescens.
En todos los Continentes, la omnipresente
Lycogala epidendrum.
Segunda vez que me la encuentro, esta ya la había secuenciado hará cosa de un par de años, la
Mycoaciella efibulata.
Un Valsarial con esporas relativamente pequeñas, reticuladas y con un muy marcado septo central, el
Myrmaecium rubricosum.
Una Oudemansiella, atendiendo a las excepcionales medidas de sus queilocistidios, descarto la Oudemansiella canarii y apuesto directamente por la
Oudemansiella cubensis.
Un Pleurotus tropical con queilocistidios, el único que los presenta dentro de su género, el
Pleurotus djamor.
Una Scutellinia con pelos marginales relativamente cortos, muy parecida a la Scutellinia umbrorum, pero con esporas más pequeñas, la
Scutellinia vitreola.
Una Trametes tropical, con el sombrero hirsuto, es como una versión Americana de la Trametes hirsuta Europea, pero con esporas considerablemente más anchas, la
Trametes villosa.
Sobre un ejemplar ya bastante degradado de Cerrena caperata, un Trichoderma.
A esto años atrás lo habría considerado como el abundante Trichoderma viride, pero resulta que se ha citado el Trichoderma polypori como exclusivo de los Polyporales.
Atendiendo a la información del documento de Agosto de 2017 con el título de "Discovery from a large-scaled survey of Trichoderma in soil of China", citan al Trichoderma polypori con unas medidas de sus conidios de 2.8–3.6(−4.2) × 2.5–3.3 μm, medidas totalmente acordes con mis mediciones y un poco lejos de las medidas conidiales del Trichoderma viride al que indican unas medidas para sus conidios de (3.0–)3.5–4.5(–5.5)×(2.8–)3.5–4.0(–5.0) μm, considerablemente por encima, queda pues como
Trichoderma polypori.
Un Polyporal tropical sin setas himeniales, con algunas dudas a tenor de las medidas esporales, un poco por debajo de las que debería presentar la especie, el
Tropicoporus cf. nullisetus.
Una Xylaria que ya estaba para un Micólogo Forense, solo el esqueleto, con un colapso de conidios y esporas, las cortas medidas esporales me hacen descartar ya la Xylaria polymorpha y todo apunta a la
Xylaria longipes.
Y ya un resto que ya no me molesté en pasarlas por el micro, en algún caso solo las esporas.
Una flota de
Cerrena caperata.
La Hexagonia hydnoides, actualmente
Cerrena hydnoides.
En todas las etapas de su desarrollo, el tóxico
Chlorophyllum molybdites.
Relativamente cerca de la anterior encontramos la
Conocybe apala.
Compartiendo espacio con la Conocybe apala, su congénere, con láminas delicuescentes, la
Conocybe deliquescens.
Una espectacular flota de
Coprinellus disseminatus.
Muy abundante por allá donde vaya, la
Earliella scabrosa.
Una Psathyrella con anillo, a la que aparece por la zona se la considera como
Psathyrella murrillii.
Y por último uno que por su vistosidad y colorido, nunca me resisto a fotografiar, el
Pycnoporus sanguineus.
Saludos a tod@s.