Según estaba leyéndote, me estaba alegrando,
y me daba la sensación, de que yo estaba viviendo esa misma experiencia cautivadora,
que da la impresión, que son cosas que pasan una vez en la vida, y yo las estaba viviendo!
Es un sentimiento increíble!
Impregnado de toda naturaleza, y yo, por un momento, un instante,
era partícipe de semejante maravilla, algo único e irrepetible, mágico.
Son breves tus palabras pero muy intensas, emotivas, son cosas que no pasan todos los días,
se queda uno asombrado, estupefacto, y como bien dices, sorprendido.
Después, cuando llego apenas a leer el final de la escueta historia,
se me hunde el pequeño mundo maravilloso que la vida me da la oportunidad de ver,
el regalo que me brinda la madre naturaleza, envenenado.....
Siento con amargura como se adentra por mis venas el significado de tan triste palabra,
y me siento poco a poco también yo morir,
todo lo contrario a lo que la madre naturaleza nos da,
brío, fortaleza, espíritu, elegancia, majestuosidad, admiración, vida.
Siento como poco a poco, en el pasar de los minutos, mí sangre se ralentiza,
mis ojos se apagan, y la cabeza se marchita, cae,
cae poco a poco como un sueño profundo en mitad del día,
sin que nada pueda hacer por evitarlo, sin dolor, pero también sin vida,
una vida que con el pasar y pesar de los minutos se hace más difícil de llevar,
y se aleja, me abandona, el Busardo ratonero, Buteo buteo, se marcha para no volver,
se duerme para jamás despertar, sin entender por qué de día tiene sueño,
y le viene la noche antes de tiempo....
Se marcha como yo, sin entender,
por qué suceden cosas que la naturaleza no dispone que sucedan...
Enhorabuena por vivir tan tremenda experiencia y
gracias por darme la oportunidad de participar de ella.
Mi más sentido pésame.
Un abrazo.