Hola a tod@s.
Un resumen de lo que he podido recoger durante la última semana de abril y este mes de mayo.
Empezamos con 17 especies nuevas para mí, que no había tenido el placer de encontrar hasta ahora.
Un diminuto Coronoporal, que lo pude estudiar en sus dos estados, el conidial y el sexual o perfecto, la
Chaetosphaerella phaeostroma.
El que más ilusión me hizo de encontrar, admito que como siempre me había saldo su congénere la C. aeruginascens, ya lo había dado por perdido, con grandes esporas ha caído la poco común
Chlorociboria aeruginosa.
Con algunas dudas ocasionadas por las hifas conidiógenas bastante cilíndricas, con esporas helicoidales tenemos la diminutísima
Cirrenalia cf. lignicola. hongos como este siempre me los encuentro de propina al estudiar otras especies de mayor tamaño.
Al igual que el anterior, otro que me salió de propina, el
Cryptocoryneum condensatum.
Un Cortical de aspecto céreo y sin fíbulas en el subículo, la
Efibulella deflectens.
A modo de pequeños granos dispersos, sobre madera decorticada, el
Exarmidium inclusum.
Otro Cortical, sin cistidios pero con unos haces de hifas fuertemente cristalizadas que la caracterizan, la
Hyphodermella corrugata.
Este año parece que estoy en racha con los Lachnum, por un lado con pelos marginales relativamente cortos que da lugar a su nombre, tenemos el
Lachnum brevipilosum.
Y por otro lado y con pelos marginales subcapitados, detalle que lo separa del L. virgineum, tenemos el
Lachnum subvirgineum.
Con apéndices hialinos difíciles de observar en los extremos de sus esporas, el
Lophiostoma macrostomum.
Una Mollisia sobre una hoja de encina, agradecer la ayuda de
Hans-Otto Baral y
Enrique Rubio en la identificación de la especie, la
Mollisia nervicola.
Sobre la corteza de troncos ya bastante degradados de Buxus sempervirens, todo un cromazo, la
Nectria mariae.
Una Peniophora, con grandes cistidios subhimeniales que se colorean con la Sulfovainillina, la
Peniophora rufa.
Una Phanerochaete, típica de hayedos y caracterizada por sus cistidios más estrechos que los de sus congéneres, la P. sordida y la P. velutina, este es uno de los que tenía pendientes, el
Phanerochaete laevis.
Una Vibrissea que curiosamente no la encontré en un hábitat acuático y tampoco subacuático, agradecer al igual que en la Mollisia a
Hans-Otto Baral y
Enrique Rubio, su ayuda a la hora de poner apellido a la especie (lo de Vibrissea ya lo tenía claro), la
Vibrissea cesatii.
Y para terminar con los cromos nuevos, en uno de mis paseos por mi ciudad, un par de especies sobre hojas de enredadera (Hedera helix), por un lado la
Boeremia hedericola.
Y por otro lado el
Colletotrichum trichellum.
Seguimos con más cosillas que ya había estudiado con anterioridad.
Un solo ejemplar, por su cútícula no celulósica, la ausencia de pleurocistidios y sus grandes esporas, no puedo considerar ninguna otra que no sea la
Agrocybe pediades.
Aunque se encontraba aún inaduro, con aspecto irpicoide, la microscopía no deja lugar a dudas, el
Amaurodon viridis.
Un clásico que ya es la cuarta vez que me lo encuentro, la
Arachnopeziza aurata.
Un Cortical, con fíbulas en las hifas subiculares, sin cistidios, la
Athelia fibulata.
Todo un cásico en los hayedos, con aspecto moriforme que da origen a su apellido, la
Bertia moriformis.
Un Dacrymyces muy abundante, sin fíbulas y con esporas con uno a tres septos, el
Dacrymyces stillatus.
Un Geastrum, todo parece indicar el común
Geastrum fimbriatum.
Un Gymnopus, con esporas de mayor tamaño que su congénere el G. dryophilus, y con el pie bulboso, el
Gymnopus aquosus.
Un solo ejemplar, de gran tamaño, la
Helvella acetabulum.
Un Hypoxylon bastante abundante, pero que nunca lo había visto en su fase conidial, sobre estromas jóvenes tenemos el
anamorfo del
Hypoxylon rubiginosum.
Un hongo que no había localizado hasta hace bien poco, y ahora parece que me lo encuentro cada semana, el
Hysterographium fraxini.
Un par de Lachnum más, sobre una hoja de roble en descomposición el
Lachnum fuscescens.
Y sobre un hayuco, con pelos marginales cilíndricos, sin ensanchamientos, el
Lachnum virgineum.
Sobre madera y con esporas mayoritariamente septadas, el
Lasiobelonium variegatum.
Sobre corteza, a modo de granos negros, este solo me lo había encontrado en una ocasión, la
Menispora glauca.
Una Mollisia, que Baral guarda un estudio mío en su carpeta como
Mollisia aff. elegantior, y así es como la voy a seguir llamando.
Una Mollisia sobre madera, con contenido de aceite 0, la muy probable
Mollisia cinerea.
Esta me la encuentro en todas mis salidas, Orbilia que pillo, siempre me sale la misma, con esporas muy diminutas en forma de herradura y paráfisis capitadas, la
Orbilia xanthostigma.
Una Peniophora, la más abundante por las zonas en las que me muevo, con hifidios dendroides (dendrohifidios), la
Peniophora lycii.
Otra Peniophora, esta sobre madera de roble, con lamprocistidios y grandes esporas, la
Peniophora quercina.
Reventando la corteza, la común
Propolis farinosa.
Una Puccinia que nunca antes había podido observar sus uredinios (solo telios), ahora la he podido estudiar en ambas fases, sobre hojas de Buxus sempervirens, la
Puccinia buxi.
Muy común en nuestros robledales el
Radulomyces molaris.
En el mismo hábitat y más común que la anterior si cabe tenemos el
Steccherinum ochraceum.
No lejos de la anterior me encuentro con su hermana, la cosmopolita
Steccherinum fimbriatum.
Un Resupinatus, con esporas esféricas, muy probablemente
Resupinatus applicatus.
De tantas veces que me lo he encontradp, incluso me he llegado a aprender su nombre (no resulta fácil), el
Scytinostroma hemidichophyticum.
Con basidios de 8 esporas y aspecto granuloso, el
Sistotrema brinkmannii.
También se dejo ver la muy vistosa,
Terana coerulea.
Parasitando a Stereum, con esporas de menor tamaño que la T. mesenterica, tenemos la
Tremella aurantia.
Con rizomorfos y esporas espinosas, la
Xenasmatella vaga.
Un par de Mixomicetos, con una casi nula pigmentación de sus esporas que descoloca a cualquiera, todo lo demás apunta al abundante
Physarum album.
Y no menos abundante que la anterior, con eláteres de terminaciones muy apuntadas, está la la
Trichia decipiens var. olivacea.
Y ya para terminar unos primordios de
Lycoperdon spp. ni me molesté en sacar muestras.
Saludos a tod@s.