Siguiendo con el marinero gnomo, que en su barca navegaba a la deriva, sin rumbo, y disfrutando de un expléndido día de cumpleaños, no se percató de la lejanía de la costa, y estuvo varios días intentando pescar un pez, que a pesar de su amplia experiencia y nuevas e innovadoras técnicas no podía lograr.
A punto estaba de tirar la toalla cuando vio un minúsculo pez saltando fuera del agua intentando cazar un diminuto mosquito y que tampoco lograba, hasta que en uno de los innumerables saltos consiguió su objetivo, el mosquito cayó en las fauces del pececillo, era una señal, a veces, las lecciones más grandes, vienen de detalles muy pequeños pensó gnomo y al final, con perseverancia y duro trabajo lo logró, pescó un gran pez, tanto que casi no cabía en la barca, contento y satisfecho, miró al cielo dando las gracias, a la vez que recordaba lo que nuestro Padre dijo, comerás el pan con el sudor de tu frente, despues miró de nuevo al pez, tu eres mi recompensa, en realidad, la recompensa de un duro trabajo constante siempre es el éxito. Cuando llegó a la costa, un joven neófito arreglaba su barca para salir a la mar, que es así como la llaman los que la aman, escuchó una vez de un viejo pescador.
Vaya pescado que traes ahí! Dijo el neófito, precisamente preparo mi barca para salir a la mar y pescar uno, me dijeron que con suerte es fácil.
Nada es fácil en la mar, dijo gnomo, el experimentado marinero, y la suerte, es el resultado de un duro y perseverante trabajo, saludos me llamo gnomo, Pepe para los amigos.
Encantado de conocerte Pepe, mi nombre es David, contestó el neófito.
Que haces marinero? Preguntó gnomo.
Voy a pintar mi barca
de color rojo por una pasión nacida y blanco, por su pureza,
que de verde no la quiero.
Pues si el mar es verde..
rojo es mi corazón
y blanca, la barca del barquero.
Y por qué ése número 847 pintado?.
Hoy es 8 de Mayo, mi cumpleaños, y 47 los años que cumplo contestó el joven, y me gustaría salir a la mar a probar fortuna, como ves, hoy es un día especial para mi.
Te hará falta algo más que suerte, contestó el viejo marinero, pero por probar, no perderás nada, joven.
Mi tiempo perderé, contestó apresuradamente el joven a lo que el experimentado marinero dijo: Si vas con mentalidad de perder, nunca traerás nada en tu barca, te cansarás pronto de este oficio y tirarás la toalla sin alcanzar los beneficios y éxitos de la mar y de ti mismo, en la mar como en el ajedrez, nunca se pierde la partida, se gana, o se aprende, y aprender nunca es perder, pero requiere de tiempo...
Viejo zorro pensó el joven y dijo, necesito experiencia, quizá pudieramos hacer un buen equipo, yo tengo el arranque, la pasión y la fuerza, y tu sabes mucho viejo, de la mar y de la vida.
Gnomo lo pensó antes de contestar y dijo, me parece buena idea, al fin y al cabo, mis manos ya empiezan a lastimarse y pierden fuerza con los años, y la vejez con la juventud nunca deberían estar reñidas, mas bien ser complementarias.
Feliz cumpleaños David!...continuará...