Josep como siempre agradezco tu complicidad y comprensión. Sea donde sea el incendio todos perdemos, pues todos habitamos el mismo planeta. Se ha hablado mucho de los motivos que inducen a prender el monte y cometer este tipo de barbaridades. Todos los que estamos cercas de él sabemos cuales pueden ser. Todas deleznables. Codicia, intereses, envidia, celos, venganzas o simple mala leche.
A estos incendiarios directos o por encargo, deberían, como pena, meterlos un reten de bomberos de primera intervención de por vida. En fin, antes de se me me incendien mis intenciones, te envío un abrazo y me complace saber que no solo somos dos gatos los que pensamos igual.