Después de un otoño desastroso en el que mis visitas a los bosques de la sierra de Madrid se han contado por depresiones, tenía alguna esperanza con las setas más tardías y tolerantes con los fríos, como las lepistas y tricolomas, pero parece que ni eso... No sé si alguien atisba por ahí algún signo de esperanza... Gracias... y siempre nos quedará soñar con la próxima temporada