Tras una temporada micológica irregular por la zona costera de Bizkaia y Cantabria(irregular, que no mala), llegamos a la época en la que las campas más cercanas al mar están en pleno apogeo, ya que se llenan de Hygrocybes y si no hiela como ha pasado en la última semana, muchas otras cositas que no salieron en octubre y noviembre como debían, debido al excesivo calor(no a la sequía, ya que aquí no ha faltado agua).
Este sábado estuve dando una interesante e improvisada vuelta mañanera por las campas de los acantilados del pueblo donde tengo la casa vacacional. En estos acantilados, además de pastos y brezales, encontramos el encinar cantábrico y algunos pinos marítimos en las zonas más expuestas.
No me metí dentro del encinar que es excesivamente cerrado, si no que hay pequeñas hileras de encinas en medio de los pastizales.
Empezamos con unos champiñoes de campas bien robustos(Agaricus campestris) y unos Agaricus xanthodermus bastante castigados por el exceso de agua. Pero aún así, el olor a fenol y su amarilleamiento se hacía muy patente.
Entre las encinas y algún roble encontramos pardillas(Clitocybe nebularis) que estos días son una plaga.
Plateras o Clitocybe geotropa las encontré tanto bajo encinas como en mitad de las campas. Para mi es una seta exquisita.
Bajo pinos la abundantísima Rhodocollybia butyracea y algún craterellus tubaeformis, pero muy poquitos y también se les notaba que lleva 2 semanas sin parar de llover.
En encinar puro y duro Helvella crispa, Tricholoma atrosquamosum var. squarrulosum(tiene escamas en el pie, no como la especie tipo), Hygrophorus persoonii y Tricholoma orirubens muy aguadas, por eso no se les ve apenas los tonos azulados del pie, pero sí se intuyen los brillos rosados de sus láminas
Y ya nos vamos a meter en la campa pura y dura. Allí encontré bastante pie azul(Lepista nuda), enormes setales de seta de brezo(Lepista panaeola) típica por su cutícula áspera y sus manchitas circulares en el sombero y las últimas Macrolepiota procera de la temporada.
Y por supuesto, los Hygrocybes:
Glyophorus psittacinus e irrigatus. Uno siempre de tonos verdosos, y el otro con sombrero y pie marrón grisáceo, que contrastan mucho con el blanco de sus láminas.
Hygrocybes de todos los colores: rosas como la calyptriformis, amarillas como la chlorophana, roja como la coccinea y anaranjada como la quieta, fácilmente reconocible por su pie rechoncho y sus láminas gruesas y carnosas.
Y pasamos al grupo de las hygrocybes carnosas, los Camarophyllus o Cuphophyllus:
Cuphophyllus virgineus, ahora sinonimizado con el niveus, ya que no había más diferencia entre ambos que las manchas rosadas que salían al virgineus, pero ahora se ha demostrado que esas manchas se las produce una bacteria. Notiene apenas olor.
Cuphophyllus russocoriaceus, algo más pequeño, color marfileño, y conm un característico olor, a veces a carne roja, otras veces a colonia barata(Barón Dandy...)
Y el riquísimo Cuphophyllus pratensis, muy abundante
Y me despido con esta foto sacada en su setal.
Un saludo