El país aun se está recomponiendo de lo vivido la semana pasada, donde mis previsiones de aterradoras tormentas se han quedado cortísimas una vez mas. Unas lluvias sin duda extraordinarias que ya avise que serían de record, como así ha sido, tanto en intensidad, como en duración, como en extensión debido a una situación que nunca antes se había visto en esta época del año.
Las previsiones menos halagüeñas se han cumplido, y ha habido que lamentar 5 victimas mortales, una de ellas directamente provocada por las riadas, y se han pulverizado record en muchas capitales, hasta el punto de duplicarse en algunos casos.
Así, en Avila se han registrado 64 mm el día 7 de julio, pulverizando el anterior record de un día de julio que andaba mas o menos por la mitad, y han recogido 80 mm en el total del episodio.
En Madrid se han registrado 44 mm ese mismo día, duplicando el record anterior de un día de julio, y se han recogido 71 mm en todo el episodio.
En cuenca se han recogido casi 100 mm entre la noche del día 7 y la madrugada del día 8, en muy pocas horas.
En Logroño se ha reventado el record anterior, con 82 mm en un solo día.
Y en zonas de montaña del Sistema Central y ambas mesetas las cantidades también rondan los 40 o 50 mm en unas pocas horas.
Fuera del episodio, ya el domingo 9 el alfoz leonés ha vivido una escalofriante pedruscada, cuando nadie se esperaba tormentas de semejante calibre. En algunos pueblos cercanos al norte de la capital leonesa el agujereamiento de naves y techados ha sido sistemático y con total sadismo.
La situación sin duda, pintaba tintes dramáticos, pues es una situación mas propia de junio o septiembre, que suele hacer mas frio, y en esta época del año se convierte en explosiva debido a las elevadas temperaturas de la superficie.
Para ilustrar el calibre de las tormentas y granizadas, decir que Ávila tenia 8 grados el día 7 a las 14 de la tarde, mientras en León o Burgos estaban a 28 grados a esa misma hora y hacía sol.
La extraordinariez de lo acontecido no solo viene dada por las cantidades, sino por la gran extensión de terreno afectada que supera los 40 a 50 mm, afectando no solo a zonas de montaña de Gredos y Guadarrama, sino a gran parte de las 2 mesetas y el alto Ebro, zonas donde en esta época del año no suele llover, y cuando lo hace, son tormentas muy débiles y locales.
Este tipo de lluvias se debe principalmente al fenómeno denominado "tren convectivo", donde se produce una rápida sucesión de células tormentosas severas que se desplazan a gran velocidad, pero que se regeneran continuamente en las mismas zonas, golpeando una y otra vez en un mismo lugar. Ha habido zonas donde han tenido hasta 10 tormentas fuertes en pocas horas, en rápida sucesión. El rápido desplazamiento de las células y la persistencia de este tipo de sistemas tren convectivo es lo que permite que las lluvias torrenciales abarquen amplísimas extensiones de terreno.
Este mismo fenómeno, cuando se da en el Mediterráneo, cuando se encuentran un mar caliente y cargado de humedad, producen las violentísimas lluvias que todos conocemos, realzadas además por la orografía de la zona, pero en esta ocasión el fenómeno ha afectado al centro de la península, por lo que las lluvias han sido intensas, pero no catrastróficas.
Las pedriscadas han sido menos fuertes que en otro tipo de situaciones, al ser tormentas que se desplazan a gran velocidad, pero el aparataje eléctrico si que ha sido especialmente virulento, sobre todo en las tormenta de tipo supercélulas.
Para los próximos días parece que este chiste de verano nos trae por fin algo de calor, que servirá para orear un poco los campos después de semejante caladura. Aun chorrea todo y quedan charcos en muchos lugares, y eso es mejor que seque cuanto antes pues en esta época del año se convierten en nidos de mosquitos y otros especímenes entomofaunisticos. Ni que decir que en el tercio norte al menos hasta el fin de semana ni se van a enterar del calor, y seguirá haciendo fresco, y es que una ola de calor no hace verano, y eso en el norte lo saben muy bien.
Un abrazo y a seguir disfrutando de este falso verano, aunque los próximos días parece que se va a ir pareciendo un poquito mas a lo que es el verano, con un poco de calor, sol y cielos azules, y no la emplomadura pluviométrica que hemos tenido la semana pasada, o las gélidas temperaturas de la semana anterior.