Después de terminadas las exposiciones micológicas, la semana pasada me he dado el gustazo(martes y domingo) de poder ir al monte solo con mi padre y maestro, a llenar tranquilamente las cestas de setas comestibles, ya que cuando vamos a por especies, no te puedes entretener en coger setas para comer. Además, muchos familiares y amigos me demandan setas, y aprovecho ésta época para regalar cosillas. Este año, lo que hay en abundancia es angula de monte, y es lo que estoy regalando.
Pues bueno, he estado en el límite de Álava y Burgos, en zona calcárea, con encina, quejigo(Quercus faginea) y pino albar
Típica de este hábitat la Tricholoma scalpturatum, que se mancha de amarillo, y los ejemplares jóvenes conservan algo de cortinilla.
En las ramitas de quejigo, parasitando Stereum hirsutum, Tremella aurantia
En las zonas de campa sale el pie violeta, sombrero y láminas blancas(el sombrero más café con leche), y pie morado cortito. En grandes corros.
Bajo las encinas Lactarius ilicis, muy duro, grisáceo, algo zonado. Muy acre. Látex blanco que al secarse se vuelve gris(en el ejemplar boca arriba, en la inserción de las láminas y el sombrero, a la derecha)
Inconfundible el Hygrophorus russula, seta típica de las encinas.
Esta época es propicia para la Helvella lacunosa
En un tronco de encina, Exidia truncata
Cortinarius cotoneus, más robusto y apagado que C. venetus
Esta foto la saqué con el móvil para enviársela a Fernando Angel, para que viera este Sarcodon squamosus gigante.
En alguna mancha ácida, entre los Cantharellus lutescens, siempre se encuentra algún tubaeformis.
Pero, sobre todo, los pinares están llenos de angula de monte, Cantharellus lutescens
Esta semana, como hay elecciones, tengo que trabajar mañana y tarde. Si hay suerte, el sábado haré otra escapada, y publicaré algo por aquí. Si no:
FELIZ NAVIDAD