Como todos los cuentos, la historia comienza con:
Erase una vez....un grupo de amigos con una afición común que salían al monte una fría mañana

En su paseo matutino observaron un curioso ejemplar ďe dos cabezas de Imleria badia

Vientos y hielos dejaron momificada a esta pobre Stropharia

A los pequeños Lactarius mitissimus

Y a la incipiente Amanita submembranacea

Todos quedaron sorprendidos por la visión de múltiples nidos (Crucibulum laeve), de algún extraño ser, que tapizaban una pequeña loma

Múltiples habitantes del bosque fueron mostrando sus incontables formas: espinosa como Sarcodon squamosus,

globosa como Sparassis crispa

El discurrir del tiempo traía maravillosos colores a los ojos de los profanos.
Lacaria sp

Cortinarius sp

Russula sanguinea

Incluso cambiando de color
Boletus erythropus

Suillus variegatus

En una demostración de la fuerza el bosque mostró sus phenix naciendo de sus cenizas
Peziza moseri

Pholiota carbonaria

Y así fue como el bosque condujo a los visitantes a su seno

donde finalmente mostró sus tesoros más preciados
Boletus edulis

Boletus pinophilus

Custodiados por su antaño buscado, ahora maldito caballero Tricholoma equestre

GRACIAS a vosotros compañeros, Vicente, Marisa, Guillermo, Azucena y Ana por vuestras explicaciones detalladas, por las experiencias compartidas, por vuestro cariño derrochado sin mesura, que hacen que una simple salida se convierta en un cuento.