Hola compañeros:
He estado unos días con poca actividad por el foro, la semana pasada murió el hermano pequeño de mi mejor amigo, sólo tenía 24 años, además fue una muerte inexperada. Este domingo salimos mi compañero de monte y yo a dar una vuelta por la montaña, elegimos una zona que no conocíamos micológicamente hablando pero por las características, las lluvias y las temperaturas nos decía que al menos un buen paseo nos iba a aportar, teníamos esperanza en que existiera vida y si que acertamos.
La salida me sirvió para despejarme de la semana, para pensar, para limpiar pensamientos negativos, creo que hay pocas terapias tan sanas como andar por el monte, llegué a casa nuevo, esta vez de verdad que lo necesitaba.
Si todas las A. Rubescen que vimos hubieran estado sanas podíamos habernos llevado más de 5 kilos, por desgracia es una seta que tengo comprobado que el calor no le va y hasta los ejemplares más jóvenes tenían larvas.
Esta es la Amanita del otro día, una lástima que no sea comestible, las hay por todas partes. No salió nítida la foto.
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ImageShack.usUna Russula bastante común en esta zona.
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ImageShack.usMe resultó curiosa.
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ImageShack.usLactarius Rufus.
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ImageShack.usEste estaba pasadillo.
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ImageShack.usEste también le conocemos de otras salidas.
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ImageShack.usA este ya le teníamos ganas, pese al aspecto estaba muy sano.
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ImageShack.usOtras que me parecieron curiosas.
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