Este sábado por la tarde y este domingo por la mañana fui con mis hijos Gaizka e Iraide(el domingo sólo con Gaizka) a dar una vueltilla por los bosques y campas alrededor de mi barrio.
Las especies que recogimos fueron a la exposición micológica de Getxo, organizada por BASOZALEAK, la sociedad micológica de Juan Roque (y de otros cuantos amigos más). Y de las especies comestibles se encargaron los niños, eso sí, separando los ejemplares más representativos para la exposición.
Empezamos con la A de Agaricus langei, encontrado bajo pino insigne. Escamas marrón rojizas, y carne que sangra abundantemente
Seguimos con Agaricus perrarus, o A. augustus var. perrarus, recogidos bajo ciprés de Lawson, el hábitat suyo en esta zona. De escamas más pequeñas y amarillas que el augustus tipo, pie muy escamoso, y olor a almendras amargas.
En las campas (que conozco desde que tengo 4 años) hay varios setales de bola de nieve, Agaricus urinascens, blancos, robustos, y escamosos. Olor como el perrarus, pero más intenso. Los niños se lo pasaron en grande, ya que llenaron sus cestas gracias a las bolas de nieve. Esta foto es del primer setal
También encontramos varios setales de los tóxicos y abundantísimos Agaricus xanthodermus. Gaizka aprendió bien a identificarlos, ya que cuando veía agaricus con el pié alargado, algo bulboso, manchas grisáceas en el sombrero acampanado, arrancaba uno, lo olía y lo rascaba a ver si amarilleaba. Esto se lo enseñé a hacer el sábado en los setales de xanthodermas de las campas, y el domingo por la mañana, en cuanto encontramos el primer setal de agaricus en el borde de un pinar, volvió a ponerlo en práctica. Espero que no se le olvide nunca cómo se reconoce la xanthoderma, ya que aquí es abundantísima, y todos los años se intoxica mucha gente.
Entre pinos y cipreses de Lawson encontramos Amanita rubescens var. annuosulphurea, con brillos amarillentos, y sobre todo, su anillo amarillo. Su carne también enrojece como la rubescens tipo.
Iraide encontro entre los robles 2 hongos negros que fueron para la expo, y Gaizka se mosqueaba porque no encontró ninguno. Pero, al final obtuvo su recompensa
Y el domingo encontró estos edulis también bajo robles.
Y aprendió una lección sobre cómo recolectar setas:
Dejamos en el mismo setal 7 ejemplares pequeños(del tamaño de una moneda), y de repente se acercó un conocido de una sociedad micológica cercana. Los vió y me dijo:
- Josué, por qué no los coges?
- Porque son muy pequeños
-Que van a ser pequeños- Y los recogió
Le eché la bronca delante de Gaizka por arrasador. Y Gaizka le dijo que hay que dejarlos crecer.
La angula de monte, Cantharellus lutescens, bajo pino insigne(Pinus radiata). Los habían pisado.
Preciosos y nauseosos los Clathrus ruber
Abundante en esta zona el falso pie azul. Cortinarius purpurascens, en esta foto se ve muy bien la cortinilla
Bastante raro el Cuphophyllus flavipes, similar al lacmus, pero la base del pie se tiñe de amarillo.
Un Inocybe facilmente reconocible porque huele a compota de pera. Inocybe pyriodora, habitual en los robledales de esta zona
También encontramos algún Lactarius deliciosus (foto de archivo)
No confundirlo con el picante Lactarius chrysorrheus, de láminas blancas y látex blanco que se vuelve amarillo
O con el L.quietus, cuyo látex se queda blanco, huele a chinche, y su sabor es amargo y picante
Riquísima la seta de brezo, Lepista panaeola, con sus manchitas negras alrededor del sombrero
Y a 20cm de este setal conocido por mi de toda la vida, Gaizka encontró un Entoloma bloxamii, que hacía años que no veía, y jamás aquí.
Las campas también estaban llenas de la rica seta de cuneta, Lyophyllum decastes
Y los pinares llenísimos de Russula amara, drimeia y sanguinea. Muy picantes. El viento sur de los últimos días les ha hecho mella.
Y para finalizar, la preciosa Stropharia aeruginosa, azul verdosa, y con el anillo bien marcado.