Después de los más de 100 litros caídos este mes de junio en buena parte de la provincia de Burgos las perspectivas eran muy buenas. Sin embargo, esta inesperada y temprana ola de calor, desde mi punto de vista, a cortado de raíz el esperado brote.
A pesar de ello nuestras queridas termófilas se han dejado ver, aunque haya sido visto y no visto.
Empecé, a primera hora, por las carrascas, para encontrarme al poco tiempo con el protagonista de la jornada.
Pero pronto cambié de aires, en busca de nuestra querida naranja burgalesa
Esta compuesta muy frecuente en suelos sueltos y secos.
Y pronto aparecieron las primeras, soportando como podían estos rigores estivales
Estación demasiado seca, así que de nuevo cambio de rumbo, buscando hábitats algo más húmedos (o al menos protegidos)
Algunos reyes sobreviviendo como podían
Otros aguantando un poco más ….
Las clavelinas dando un color especial al monte
También las consueldas mayores
Y allí estaba nuestra querida naranja burgalesa, soportando los más de 32 ºC como buenamente podía.
Hasta las mariposas se tomaban un respiro
No sólo de las carrascas vive nuestro hongo negro
En fin, sofocante aunque gratificante salida micológica. Espero que os haya gustado.
Salud.