Si el pie tiene tanta substancia como para hacer un caldo, seguro que también para alimentar al sombrero y este se abra para poder esporar al menos un poco.
A mi me gustan mas cuando son cerradas, pero ya con sombrero grande, no en palo de tambor, puesto que sino rebozarlas se convierte en misión imposible. Es como las amanitas, mejor en huevo pero cuando ya empieza a "romper", ya que las grandes se descomponen a velocidad vertiginosa.
Eso si, nunca se me ha ocurrido probar los pies de las proceras, pues son fibrosos a mas no poder y suelen estar agusanados.
Abrazo de don Mariano.