Bueno, de estos ya sabéis que salen millones y millones cuando llueve a finales de verano o principios de otoño, como este año por ejemplo, donde están omnipresentes por doquier en miles de hectáreas de robledales y encinares debido a las intensas y reiteradas tormentas del mes pretérito y a las elevadas temperaturas del mismo.
En algunas zonas salen con tal abundancia que resulta prácticamente imposible dar un paseo por el bosque sin pisar alguno, de hecho ayer como anecdota metimos alguno pisado en el cesto, salvando los trozos no perjudicados por la bota.
Eso si, al tener la carne muy dulce y ser tan aromaticos, son muy atractivos para los insectos, y casi siempre los encontraremos agusanados, en ocasiones afectados hasta el 98% de ejemplares, pero salen tantos que a fuerza de insistir, con el 2% mas o menos sano terminas siempre llenando la cesta.
Os quería hacer participes de unas cuestiones que siempre me han planteado estos misteriosos y apasionantes boletos veraniegos, y de sus convecinos, los boletus aestivalis.
En primer lugar algunas reflexiones sobre el hábitat:
He venido observando que los aereus salen indistintamente en roble melojo (quercus pyrenaica), encina de interior (quercus ilex subespecie rotundifolia) y encina costera (quercus ilex).
En cambio, el aestivalis solo le he visto en roble melojo y encina costera, lo cual me hace pensar que requiere mas litros para darse en un determinado lugar, ya que en carrasca también tengo entendido que sale, pero supongo que solo en zonas con cierta pluviometría anual, ya que en las zonas que frecuento aun no le he visto. (Ni creo que le vea nunca)
Algo similar debe suceder con las caesareas y por eso es una seta que no se da en Valladolid. Al aereus, en cambio, la pluviometría le es mas indistinto, y sale en abundancia en mi provincia incluso en zonas de arena pura entre las dunas.
También me he dado cuenta que los aereus salen preferentemente en bordes de bosque, claros y senderos de caminos, o en arboles aislados, mientras que su compañero de fatigas el aestivalis sale indistintamente dentro del bosque o en los bordes, aunque parece que sale con mas abundancia y vigor en zonas claras.
Reflexiones sobe la frecuencia de aparición:
Las observaciones de Mariano en cuando a la frecuencia y la profusión con la que fructifican ambos boletus dan como resultado que esta varia mucho según el tipo de bosque.
Como suelen ser bosques mas secos, en encina los aereus salen menos años y de manera mas irregular, pero cuando lo hacen, (los pocos años húmedos) salen con mayor profusión (supongo que para compensar los años perdidos).
En cambio, en bosques de roble melojo (o rebollares) sale mas años, pero cuando lo hace no es tan abundante, (solo se ven miles de ejemplares, en lugar de los millones de cabezas de aereus de los encinares en los mejores años)
Los aestivalis en roble y encina costera suelen ser siempre abundantes casi todos los años, pero sin las estridencias de los aereus de encina en algunas ocasiones.
Y ahora el tema mas importante, el de los pantagruélicos agusanamientos masivos que suelen sufrir este tipo de boletus:
A lo largo de los años he venido observando que en primavera y principios de verano aereus y aestivalis suelen estar más sanos que a finales de verano y principios de otoño, a pesar de que las temperaturas suelen ser mas altas.
Eso significa que el calor no es el factor clave en el coeficiente de agusanamiento de la carne que se presenta, sino mas bien la época del año, pues determina el tipo de insecto que les va a atacar y la virulencia con lo que lo va a hacer.
En junio-julio los parasitan sobre todo escarabajos, que dejan pocos huevos, y por tanto sus larvas hacen pocas galerías, y como completan su ciclo vital de manera muy rápida, cuando la seta está madura ya no están presentes las larvas en la seta, que es recolectada en bastante buen estado, con 4 o 5 galerías pero sin gusanos.
Aprovechamiento de una gran parte de los boletus que se ven en el campo (aproximadamente la mitad), sobre todo de los aereus que tienen la carne mas compacta y soporta mejor la parasitacion.
En septiembre-octubre los parasitan sobre todo mosquitos, que dejan muchos huevos, y por tanto, sus larvas hacen muchas galerías acribillando la seta, sobre todo el pie que casi siempre hay que tirarle al menos una parte importante del mismo.
Como su ciclo vital es mas lento y la seta es parasitada mas tarde, cuando se recolecta la seta, los gusanos aun están dentro de la seta, y esta es recolectada en un estado lamentable, con cientos de galerías, sobre todo en el pie como ya he dicho.
Aprovechamiento del 2% de los boletus que se ven en el campo, y de estos, hay que recortar mas o menos la mitad, sobre todo parte del pie.
En esta ocasión ni los aereus se salvan de las despiadadas mandíbulas de las larvas de mosquito, que los trituran sin piedad.
Por tanto, sin duda, me quedo con las recolectas primaverales, mucho mas sanas en general, y en las que solo te llevas a casa setas con agujeros, pero ni un gusano. En otoño en cambio en ocasiones te llevas a casa mas carne que setas.
Me gustaría saber cuales son vuestras inquietudes y experiencias con estas 2 idolatradas especies fúngicas, de las que mas afición crean entre los seteros, y que las compartáis para que todos podamos aprender un poco mas sobre este apasionante e intrigante mundo del boletus aéreo y aestival.
Un fortísimo abrazo mariano.