Desde julio, aquí en la cornisa cantábrica, no ha llovido apenas y además, llevamos 3 semanas seguidas de 30-34ºC todos los días, por lo que el monte es un secarral.
Aún así, me he animado a dar un paseo por un hayedo en cara norte a unos 1.100m de altitud y el resultado a sido algo contradictorio pero esperado. Es decir, he encontrado poca variedad y bastante seco todo. Eso sí, Craterellus cornucopioides ha habido para llenar la cesta. La temperatura en el hayedo era de 24ºC
El 20 de agosto estuve, y había llovido bien en esta montaña, y el bosque estaba lleno de Lactarius, Russulas, Hydnum, Cantharellaceas... Influyó que la Tª en el hayedo era de 11ºC
Las fotos las tomé con el móvil, un HTC Desire.
Según entré en el hayedo me encontré con este amigo maloliente. Phallus impudicus
En un tilo estaba este Laetiporus sulphureus
En la zona más alta de este hayedo, es muy abundante el Lactarius piperatus
En el borde del hayedo, donde empieza el pastizal, hay algunos robles (Quercus pyrenaica). Allí encontré estos Boletus reticulatus
Y muy cerca, entre la hierba y los tomillos(Thymus praecox) vi estos Hygrocybe miniata
Los Cantharellus cibarius estaban bastante secos.
En cambio, hace 3 semanas estaban así de frescos.
Lo mismo pasaba con las trompetas de los muertos. Pero como estaban entre el musgo, se mantenían bastante mejor
Eso sí, los que estaban que daban pena eran los Cantharellus cinereus
Para finalizar, voy a poner una seta común en este hayedo, pero rara en otras zonas. La bellísima, pero mortal Amanita virosa. Sólo encontré un ejemplar, y otro comido completamente por los limacos