Como bien ha explicado Marta, un par de veces al año nos reunimos un grupo de amigos para volver a vernos, y de paso, si se dejan, coger algunas setas. Hay años que se nos da fatal lo de las setas, pero casi es mejor porque tenemos más tiempo para estar todos juntos, comer "fatal", y hablar de lo que nos gusta (por cierto, este fin de semana nos hemos reído a base de bien, teníamos motivos).
Bueno, os pongo el reportaje fotográfico. Yo ya había tachado las trompetas de los muertos (gracias a un par de monstruos que andan por aquí cerca), pero esta vez ha sido mi graduación. Y Cum Laude.
Que conste que no me gusta poner fotos de grandes cestadas, pero esta vez merece la pena.
Cuando llegamos nos encontramos que los 3 que habían salido el viernes por la mañana habían adelantado faena.
Vaya dos "bichos"
Esta era un radiador de la habitación de estos 4.
Esto es lo que nos encontramos nada más salir del pueblo. Asustados estábamos por si estaba todo igual.
Pero en cuanto bajamos un poquito la nieve desapareció (perdón por la calidad de las fotos, son del móvil).
Y pronto empezó a sonar música de viento
Disfrutamos con amigos y en familia
Llegó la hora del almuerzo. Día de sol pero muy frío
Y otra vez volvimos al tajo. Y esta vez para tachar otra seta que tenía muchas ganas, el C. cinereus
Y con más trompetas
Esta tampoco la había visto nunca.
Esto fue una parte de lo recogido el primer día.
El secadero de los 4 solteros
Y un rato en la cena.
Al día siguiente nos dimos una vuelta corta. Empezamos viendo gelatina.
Pero la estrella era la trompeta.
Trompetas con boletales al lado.
Agradecer a Angel y Marimar (Angel2) por hacer de guías en aquellas tierras. Y a todos por habernos hecho pasar un fin de semana lleno de risas, de amistad, y por supuesto, de setas.
Un abrazo.