No creas Frans, te cuento de entonces, al llegar a la entrada hay un impacto muy grande pues ves la caida antes de entrar a la pasarela, pero una vez dado ese paso y acostumbrado el cerebro al impulso que le da la vista ya empiezas a andar, conseguí que toda la parva que ibamos pasara, pero ya llegados a cierto lugar, los volví para atrás pues era peligroso, pero quedaron las fotos, como dice Manlop, y una hartá de comer en los mesones que hay en el pantano, locuras de menos años. Hoy posiblemente, que leche seguro que no entro ya.
Saludos