Es el comentario general de estos días en la calle, corrillos y tertulias, resulta hasta aburrido hablar del tiempo. Después de un invierno húmedo, muy húmedo en este Cantábrico Oriental, la primavera es de agua, agua y más agua; los días además son oscuros, lo habitual suele ser lluvia de nubes bajas, pero días nublados con mucha luz, perfectos para la fotografía; últimamente todo está oscuro, el tiempo, la luz, la crisis, hasta el chorizo de Pamplona parece más bien granate que rojo caramelo, bastante deprimente. Con agua, al menos hay setas.......
Coprinellus disseminatus
Paseo el sábado mismo de la quedada, con estas tres fotitos de ese día, miradita al móvil, dos graditos en Bronchales, aquí al menos estamos a doce, y sin gintonics, limpio de polvo y paja, acordándome de los amigos y....... de "la fiesta".
Mycena aetites
Una vez superada la astenia primaveral, hay que estar muy atento a los cambios, en este valle de lágrimas de agua, la norma es el cambio, y repito, hay que estar atento a ello y entre tanta lluvia, si por una horas se deja ver Lorenzo, visita al prado que alguien estará tomando el sol.
Lacerta viridis
..... y en Bronchales, una vez más, las setas en unos horripilantes platos de plástico, que decepción, vamos que Sergio emocionado con Barrio Sésamo entre foto y foto olvidó su promesa, al menos no sacó ninguna a los platos de polímero, la quedada de otoño no me la pierdo, me puedo morir de risa, ¿cómo serán los platos? si lo dejamos en manos del jefe, los pone de grafeno, al loro!