Hola amigos.
No soy yo mucho de prodigarme en reportajes por estos lares, aunque me encanta atontarme con los vuestros. Tiempo, medios, qué os voy a contar. Pero de vez en cuando hay que ponerse, por respeto a los que dedicáis vuestro tiempo a alegrarnos un poco más esta estancia. Va por ustedes.
Esto en un pequeño resumen de nuestro final de invierno, cargado de agua, nieve en su caso, como hacía tiempo. Sin parar de patear, como siempre. Sólo, acompañado, como sea, teniendo el paraiso a mis pies. A mediados de marzo andábamos así:
Los arroyos andaban, y siguen, incruzables
Agua por todas partes
Y claro, está todo precioso
Y bueno, según andaba la cosa, algo se podía ver
Aunque no se por qué, pero me da a mi que me siguen
Un abrazo, y prometo mejorar la calida de las fotos.
PD: Dedicado a Luis, Eukarya, al que echaba de menos por aquí, y alegrome la semana cuando volví a leerle.
Salud