Sólo con las leyes de Newton y Einstein fuimos capaces de llegar a la luna, también viajaron en el Apolo los dos principios de la termodinámica, las leyes de la genética, o las que gobiernan el mundo de lo infinitamente pequeño. Cuando paseamos el bosque buscando hongos, todos esos principios parecen fuera de lugar, la naturaleza es esencialmente barroca y nos deslumbra a cada paso con sus propios preceptos.
Cuando quitas el tapón de la bañera, el nivel de agua comienza a descender y de repente, y sólo en determinado momento, se forma un remolino. Cuando calentamos agua, al llegar a cien grados, de repente el líquido se vuelve gas, y en cambio al llegar a cero grados, de repente el líquido se vuelve sólido. Todo esto tan normal y común que apenas llama nuestra atención, son procesos que sólo se generan a partir de un determinado umbral y que desencadenan cierto orden que evidentemente es contradictorio con el segundo principio de la termodinámica, aquel del caos y el desorden. ¿Dónde estará el truco? No te lo voy a contar, pero lo bueno del caso es que es así, no hay truco.
Una florada de Edulis sólo es un fenómeno de umbral con la particularidad de que se desarrolla bajo tierra, allá donde la investigación no llega por que es muy cara y complicada, y ya se sabe en tiempos de recortes, lo primero que se recorta es lo inútil, aquello que no da dinero, en investigación básica.
Los políticos de las mentiras y los recortes todavía no se han dado cuenta que la marea de indignación ha superado el umbral de lo admisible, y el tsunami que se les avecina es irreversible. Andaba en todo esto, y me dije, pues nada, bideo barroco para mis amigos de FM, salud.
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