Siento la que he liado. No me han arreglado el ordenador, simplemente me han quitado una de las dos memorias Ram porque no tienen ni idea qué le puede pasar. De esta manera ya puede arrancar. Tiene 5 años y ya no hay repuestos. Me han dicho que vaya sacando todo lo que me interese y que me compre otro. Al menos no me han cobrado nada. Me recomendaron esta persona porque al parecer era seria y lo ha demostrado. Me dijo que a partir de ahora el ordenador iría muy lento y no ha fallado. Ha tardado en conectarse a internet más de una hora.
Al lío:
Leí en internet que laminando los boletus edulis y metiéndolos durante cuatro horas en el horno a 50º era suficiente para secarlos y conservarlos durante meses. Después de once o doce horas sin conseguirlo y oliendo toda la casa a calcetín turco, los puse un día más encima del radiador. El resultado es el que aparece a la derecha de la foto. A puntito estuve de tirarlos, aunque al final los guardé en un bote de cristal.
Los de la izquierda se secaron encima de un radidor durante 48h. La diferencia es notable.
Para esta receta utilicé los feos, porque como era una prueba, no pasaba nada si el resultado no era satisfactorio:
Me he equivocado, esta manera de cortar los alimentos no es 'chips' sino 'paja,' pero da igual. La cebolla la corté lo más larga y fina que pude, igual que las patatas y el pollo. Quería haber utilizado carne de filete de ternera, pero el que tenía en el congelador era demasiado gordo. Las láminas de edulis las puse media hora en agua templada:
Al pollo le puse un pelín de sal y pimienta molida. A fuego medio, lo sofreí ligeramente para que no se quedara seco.
La cebolla la puse a continuación en la misma sartén con otra gota de aceite y un pelín de sal. Cuando cogió color la quité.
Hice tres montoncitos con las patatas, le puse una gota de sal y las aplasté suavemente para que se quedaran 'pegadas' entre ellas. Es muy importante porque es la base del aperitivo. Hay que tener mucho cuidado cuando las demos la vuelta para que no se rompan:
El boleto quedó 'al dente,' así que decidí cortarlo en trozos lo más pequeños posible. Lo sofreí en una cucharada de aceite y añadí un poco de nata. Siempre a fuego medio y con un poco de sal. No me fié de los trocitos y lo colé por si acaso. No quería que me quedara blanquecino, pero entre el color del boletus y haber sofrito antes la cebolla y el pollo, quedó exactamente como yo quería:
Cuando las patatas cojan color, cada uno tendrá su gusto particular, se ponen sobre un plato, encima el pollo, a continuación la cebolla y sobre todo ello un poco de la reducción del boletus. El resultado es éste:
Un primer plano:
Y otro:
El boletus tenía un aspecto deplorable pero el sabor y el olor que aportó a la receta era increíble. Seguramente mucho mejor que el que no utilicé.
Saludos.