Ni siquiera me habían dicho un pinar, sino los pinares que hay alrededor de un embalse. Miré en el Iberpix, elegí una zona y allí fui. Dejé el coche sobre los 1000 msnm y al bajarme ví restos de basura y muchas huellas de coche. Nada más empezar a andar, pues lo típico, setas arrancadas, terreno destrozado etc. No me desanimé y pensé que del domingo a hoy podían haber crecido bastantes níscalos, pensando que ayer, por la lluvia, no habría ido nadie. Empezé a hacer fotos sin parar porque aquello parecía un paraíso micológico. Rússulas a cientos:
Y setas que no había visto en mi vida, pero muchas y muy diferentes. He descargado las fotos del móvil al ordenador y alguno de los dos me la ha liado porque no encuentro la mayoría:
Stropharia aeruginosa:
A los 15 minutos, después de ir con mucha tranquilidad e intentando entender cómo podían ser los escondites de los níscalos, encontré el primero. Enorme y sano:
Más fotos y al rato otro níscalo, esta vez de musgo:
Las Tricholomas, enormes, las había por cientos. Una por no conocerla bien y la otra porque no se debe comer, pues allí se quedaron:
Después de haber cojido 5 ó 6 níscalos, se me presenta un Lactarius tesquorum. En principio creí que era un L. torminosus, pero según la guía que llevaba sólo crece bajo abedules. Aunque pone que L. tesquorum sólo es tomentosa en el margen, yo lo veo en todo el sombrero. Lo encontré bajo Cystus, como sí pone la guía:
La que nunca falla. Cerca de ella encontré unos 15 níscalos grandes:
Muchos y enormes Agaricus muy pasados:
Lepista nuda:
Este níscalo estaba a más de 15 m. del pino más cercano:
La mayoría eran grandes, sanos, preciosos:
El tigre no aguantó la vuelta a casa:
Subí un desnivel de unos 200m en una distancia de 500m. Mucha subida pero cómoda. Lo que quería decir es que me pareció que el tropel de gente que debió haber el fin de semana, escasamente subió 150 de desnivel y sólo miró debajo de pinos. Aquello estaba lleno de Cystus, algunas vivas y otras muchas muertas y colonizadas por líquenes. En la parte de pinos seguramente no llegué a coger ni un cuarto de kilo. El resto lo pillé todo entre Cystus cercanas a los pinos, pero a veces a 10 y 15 metros y entre lascas de pizarra. Mientras más Cystus y pizarra había, los corros eran mayores. Las mejores fotos están por ahí perdidas, ya las encontraré y muestran la barbaridad de níscalos que crecían juntos. Y nadie fue a por ellos. En los pinos no tenía ninguna oportunidad de pillar nada y gracias a Fernando Ángel y Elasca, que me abrieron un poco el horizonte, conseguí ese pedazo de cesta que no creo que vuelva a llevarme en mi vida.
Saludos y a ver si encuentro las fotos que faltan.