Justamente hace una semana me contaba un hombre en un bar cerca de mi casa, que había cogido un año rebollón en cantidades ingentes en un campo yermo. Que los vieron por casualidad desde el coche y no se lo creían, incluso se burlaron de quien los vio inicialmente, pero que cuando se acercaron no les cupo duda. En mi zona (Valencia), de otra seta no, pero de rebollón suele entender la gente, y esta persona era alguien experimentado en su recolección, pero sin embargo no te puedes fiar de las identificaciones a la ligera que hacen ciertos individuos en todo lo largo y ancho de este divino país.