pues ya sabéis como sigue. No es.
Hoy me escapé con unos amigos que habían ido una vez a por setas en su vida en busca de los huevos de oro, mi cromo más deseado. Nos adentramos en un bosque de alcornoques y encinas donde las russulas proliferaban, impresionante floración, también los xerocomus y poca cosa más.
A los 10 minutos de estar andando, les dije a mis amigos lo que antes me había comentado algún compañero del foro: "búscalas en sitios feos" (xiquet
dixit). También les reproduje los fragmentos del inestimable artículo de Mr. Luis Rubio en el primer número de Cesta y Setas y nos dispersamos por la zona. Al minuto pensé, ahora me vendrá James (uno de ellos) con un
ou de reig ... Y en efecto, así fue, "Carlos, que es esto naranja?" Ahí estaba, delante de mis ojos, hermosa como ella sola. La arrancó sin la volva y no pude hacerle ninguna foto. Me dijo que no la vio, que vio una russula y que al acercarse pisó unas hojas caídas que la descubrieron. No vimos ninguna más en un rato y me quedé con la mosca detrás de la oreja.
Al rato cuando volvíamos, vi una cosa naranja de lejos, por encima del camino. He aquí su foto:
junto a esta:
Aquí lo vi más claro
Láminas blancas, mal asunto. Yo sigo sin mi cromo
Mi buen amigo compartió media caesarea conmigo. LA estoy mirando ahora y pensando que una vez esté dentro de mí, como hacían los viejos chamanes con los hongos alucinógenos, la veré en sueños y la próxima vez que salga a buscarla la encontraré.
Un saludo. Hasta más ver.