Es evidente que depende de muchas cosas y de lo seco que estuviera el terreno y de lo que dure la humedad. El año pasado, a mediados de Agosto, cayó por el interior de Murcia una tormenta espectacular, de amplio espectro y de muchos litros, repitió a finales de mes y ya estábamos afilando las navajas, pero después entró el calor a lo bestia y no cayó una gota más hasta octubre, con lo que las consecuencias fueros desastrosas, porque en la mayoría de los sitios heló antes de que salieran los níscalos, que son muy pesaditos para salir. Menos mal que los agaricus y las de cardo son más tempraneros y que por la costa pudimos cogerlos a principios de diciembre. Así que, a ver qué pasa este año: lo ideal que llueva a partir de mediados de agosto cuando las temperaturas empiezan a a aflojar y que repita lluvia, más o menos, cada semana para manetener la humedad, siempre y cuando el calor y el viento no lo echen todo al traste; si no, a volver a empezar y a esperar el ciclo de cada seta.