La verdad es que fue una pasada, y hay que darle crédito al pastor. GRACIAS Sergio! No os vais a creer que hay setas por todas partes aquí. Esto era un rincón en medio de un secarral que daba miedo, con el calor y el viento que ha hecho por aquí, es un milagro que hubiese tanto.
Lo mejor no obstante, la compañía, que solo hubiera sido muy aburrido.
Un abrazo
Cedric