Desde la quedada de mayo tenía ganas de volver a patear la sierra, pero la escasez de lluvia no animaba mucho a hacerlo.
Así que ayer me fuí en busca de los pinícolas. Los boletos no aparecieron, en zonas donde los cogí el año pasado. Mañana perdida por ahí. Si acaso, la tranquilidad y la belleza de las vistas, compensaron la búsqueda infructuosa.
Por la tarde, visita a un robledal, y bueno, ésto fue otro cantar. Al menos vi y cogí los primeros boletos aestivalis y regius.
Pienso que justo premio a la perseverancia. Aquí los teneis.
El primero muy sano
Los tres siguientes, enormes, pero con okupas. Allí se quedaron
Los regius, dos sanos y uno para que siga esporando
Y las más grandes y sanas. Los de Madrid seguro que las conocen
Saludos