Pocas cosas en esta afición pueden llegar a ser tan desesperantes y hacerte sentirte tan impotente, que incluso tengas que resistir para no soltar alguna lágrima y esta es sin duda una de ellas, los incendios intencionados o no pueden destruir un hábitat pero esto que os relato a continuación ha sido a conciencia.
Hay lugares muy buenos donde disfrutamos de nuestra afición por ser hábitas ideales para las setas, pero hay otros que son un auténtico paraiso natural y micológico, al que acudimos cada temporada y siempre nos sorprende y nos gratifica de forma espectacular y sueñas con encontrar otros lugares parecidos pero nunca lo consigues, cuando llegas a tu rincón a tu paraiso a tu hábtat preferido y te encuentras con esto la sensación es indescriptible...
AntesUna dehesa de alcornocal, donde podías disfrutar de una infinidad de espécies de setas, entre ellas los apreciables Boletus aereus, edulis y reticulatus, Amanita cesarea, Gurumelos, Cantharellus cibarius..etc
El amigo Cristóbal Burgos (naturalista) nos visitó el año pasado para unas proyecciones audiovisuales durante las jornadas micológicas de la Sociedad Micológica Extremeña quedó tan maravillado y disfrutó tanto de este hábitat que incluso realizó un reportaje para incluirlo en algunos de sus trabajos, quien lo conozca puede preguntarle y os dirá como era la zona, junto a él Toñy Toro amiga y compañera de este foro
Despuésla desolación es evidente, toda la dehesa ha sido arada a conciencia, zanjas que algunas alcanzaban los 50cm de profundidad, raices de los alcornoques arrancadas de cuajo, todas las plantas que cubrían el suelo en su mayoría varias especies de jaras eliminadas por completo, trabajo realizado con maquinaria pesada por las huellas de cadenas que dejaron a su paso...
las jaras y otros arbustos arrancados de raíz
raíz de un alcornoque de unos 15cm de diámetro, arrancada de cuajo
El posible motivoUna semana después, volví a visitar el lugar por pura melancolía y ver si aún asi las setas habían sobrevivido, lo cierto es que algunos Boletus salieron a los piés de los alcornoques pero nada mas, y mi sorpresa fué encontrar lo que parecían trampas para insectos colocadas en algunos troncos de alcornoques que parecían estar enfermos, no se muy bién lo que es, pero algunas de eas trampas tenáin una pegatina de la Junta de Extremadura de "Control de plagas", ¿era este el motivo de tal desolación?, ¿merece la pena destruir tantos seres vivos por controlar una posible plaga?, os puedo asegurar que no hay nada raro (a simple vista) en esa dehesa, no he observado que los alcornoques en general tengan síntomas de plaga.
Estaban numeradas vi una con el número 10, no se las que pondrían
Me surgen algunas dudas, ¿volverá a ser lo que era?, ¿cuanto tiempo puede tardar esta dehesa en recuperarse micológicamente hablando?, si se trata de un control de plaga ¿harán lo mismo con zonas próximas?, a ver si algún Ingeniro forestal o alguien que conozca casos parecidos tiene alguna respuesta
Gracias