y pasar el sábado con Eucarya y Aritza entorno a una mesa en su restaurante para dar buena cuenta de un soberbio revuelto de edulis, deliciosas croquetas, jugosas morcillas y chorizos, magníficos asados, excelentes pimientos, generosos caldos y una muy amena sobremesa,.
¡Cómo no! hablando de la afición que nos une y rematado por la presencia de sus encantadores padres -Angel y Ana-.
Una experiecia a la que invito desde aquí para dejar grabada en los anales de la buena mesa.