Poderse se puede....
Pero no es sencillo.
El problema es conseguir que el micelio de champiñón invada el sustrato. Una vez colonizado, el hongo es menos sensible a los competidores y a las enfermedades.
Un cultivo por así decirlo es una "guerra" en el que hay dos bandos: los aliados del hongo a cultivar, es decir bacterias y hongos; y los enemigos competidores, a saber: bacterias, hongos y otros parásitos ( insectos, ácaros, virus...). Por tanto es importante que el sustrato que le proporcionemos al cultivo sea selectivo desde el punto de vista químico y microbiológico, a fín de favorecer los microorganismos aliados. ¿Cómo se consigue esta selectividad? Pues usando materias primas en buen estado, haciendo un compostaje controlado (pH, aireación, y temperatura), manteniendo unas condiciones lo más asepticas durante las manipulaciones (casi de quirófano). En nuestro caso, al ser desconocedores del tema, nunca haremos un compost de fabricación propia altamente específico. Eso sin contar el aspecto nutritivo.
Luego viene el capítulo de las condiciones de humedad, CO2 y temperatura durante el cultivo. Son menos difíles de conseguir, pero basta que falle alguna para que se nos eche a perder el cultivo.
Por tanto mi consejo es el de comprar las pacas de sustrato ya sembradas.
Saludos.