Se lo llevaron Pedro, Paco y un servidor.
Aunque quedaba muy poco. Ocho días de viento son demasiados.
Teníamos controlada una abundante brotada de C. Lutescens,
y en la última visita ya apreciamos un estado de salud bastante deteriorado.
Cual fue la sorpresa de Pedro cuando nos vió llenar de garrafas de agua el maletero, no se creía que íbamos a regar el huerto.
Cuando llegamos no quedaba nada, el viento y un mangante que se llevó hasta las raíces, se nos adelantaron.
Sin rendirnos, buscamos otros rodales, que no siendo tan fructíferos, no se portaron mal:
Dejamos alguna brasa para el futuro:
Y aun tuvimos tiempo de visitar un paraje natural en el que no habían setas y además está prohibida su recolección:
Y nosotros, nosotros también quedamos, no se nos ha llevado el viento, y aquí estaremos este año 2012 con todos vosotros.
Todavía con el recuerdo un otoño fantástico, y ya con la ilusión de la primavera......