Con dos cestones por banda,
gasoil en popa a toda vela,
no surca el bar, si no hiela,
un todoterreno bergantín.
Hasta aquí Espronceda, ahora yo.
Comienzan a ser habituales nuestras salidas con Pedro (Pedrom en este foro) persona de agradable compañía y amena conversación. Estaba previsto que viniera Laura (Lepista nuda), pero no pudo ser, en otra ocasión, esperamos.
Antes de zarpar pasamos por la cantina del pueblo a tomar un café calentito, donde tenían expuestas “cestas para el rebollón”.
Como nos ofrecieron garantía de su bondad compré una y …..¡¡¡¡funciona!!!!
No nos llevó mucho tiempo el llenarla con semejantes nidos:
Pusimos proa a otro término más lejano, con desigual suerte, unas pocas llanegas blancas:
Y algún curioso que se asomó a ver que pasaba:
Al mediodía echamos en ancla en nuestro tercer destino, y después de llantar, al divisar unas llanegas negras, nos lanzamos inmediatamente al abordaje:
Ya con el día languideciendo y la bodega repleta de “tesoros micológicos” nos atrevimos con un asalto a Palacio a por la reina y dos princesas:
Al final el reparto del botín:
Acabamos con un brindis por el foro: ¡¡¡Feliz Navidad!!!