Esta mañana me he ido a dar una vuelta para ver como estaban los cuarteles de verano. No me han defraudado, pues donde he ido, siempre hago una buena cogida de cibarius en julio. Por lo demás he visto muy poquito, quitando una víbora que me ha salido cuando he metido la mano debajo de un cibarius. Me ha dado un buen susto, pero ella seguro que estaba más asustada.
Os dejo unas fotos.
Me ha costado un cuarto de hora encontrar el primero, pero desde ahí he disfrutado.
Entre medias salía algo distinto, pero muy poco. Este creo que es un Xerocomus badius muy joven.
También una cría de un pájaro ha contribuido en un gran día.
La madre chillaba como loca …. Es que no saben soportar el precio de la fama.
Pero luego yo volvía a lo mío ……
También me he encontrado con un manto de fresas silvestres.
Y luego seguía a lo mío
Y tan distraído estaba yo a lo mío, que no me he enterado que escasos centímetros de mi mano había una víbora que se ha llevado un susto más grande que yo.
Me daba miedo acercarme mucho, pero como estaba tranquila, me arrimé.
Por fin la dejé tranquila.
Y después del encuentro, a lo mío.
Y por fin, después de lo mío, fui a hacer alguna foto a las fresitas, que antes no había querido parar.
Y para terminar, arte en la naturaleza. He vuelto donde encontré el Jesucristo (o el indio) el año pasado.
Y con esto y un bizcocho, hasta finales del mes ocho.