Salí para ver como estaba una zona después de las lluvias, paré en una chopera y en dos troncos había unas "yeclanitas"
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la zona a visitar está de maravilla pero no tenía nada para llevar para casa, sólo vi que las maetas (fresitas salvajes) ya están apuntando.
Como tengo que fortalecer la zona de la rodilla fui a mirar un pinar que está muy empinado, es el típico lugar que tiene una pinta fabulosa y en el que nunca encuentras nada, dije que no iba a volver a mirarlo pero...¡allá que fui!. Como siempre me dediqué a esquivar ramas y evitar darme un guantazo , la sorpresa me la llevé cuando vi algo naranja, tres níscalos, es la primera vez que los cojo en mayo, así que me hizo ilusión, al rato vi otros dos. En este lugar ni en otoño los había visto.
De vuelta a casa pareé en una chopera y en vez de setas de chopo me encontré 20 boletus (los conté) en una esquina, estaban bastante pochillos ya.
En el paseo no vi nada de lo que buscaba pero en casita en el sofá seguro que hubiera encontrado menos.