Y llegó el ansiado día y el nerviosismo nos llevó a todos puntuales al encuentro. Algunos ya con el placer de ver recompensado el viaje con un buen nido de su estreno perrochiquero (verdad Motilla?), y otros nerviosos por lo visto comenzaban a desempolvar cestas y abrillantar filos de navaja, mientras camaradería y complicidad comenzaban a apoderarse de lo que terminaría siendo su día, en toda regla. Tras la división en grupos (todos juntos no hay monte que lo hubiera resistido.....) y todos haciendo uso de su más o menos acertado olftado la zona de recepción quedó desierta y los últimos no tardamos en hacer lo propio. En el primer encuentro con el bosque el resultado no fue bueno,....., nada bueno, pues parte del grupo de partida quedó desorientado por la espesura del bosque (como sentí no terminar la mañana con ellos y que se pudieran dar el gustazo, para otra queda Luis "Aprendiendo", Dani y Danygarmar) y decimos hacer cambio de planes y tirar hacia otras cotas buscando otras metas. Pero la cosa cambió poco, el monte raro dentro de su rareza, había agua pero setas no....., excepto los marzuelos más rezagados que ya iban piendo auxilio y alguno que otro al compás de bulerías se podía haber "marcao un buen zapateao", por eso de la vida que albergaban en su seno, y la bella morchela también nos vino a visitar como si de médico de cabecera se tratase. Decidimos hacer un alto y reponer con el sucuento y variado almuerzo la desgana micológica que de mañana llevábamos, y con el estómago lleno la intuición hizo su acto de presencia, y bajamos de cota y....., allí los primeros pinícolas, fueron pocos pero supieron a gloria. Pero cerca recordaba un prado que antaño hizo delicias de nuestras cestas y, decidimos hacer caso romano: Divide y Vencerás, y eso hicimos. En dos grupos armados de cesta, valor y tesón,..., mucho tesón, unos siguieron con el acecho al Pinícola y otros decidimos cambiar de tercio, pasando del hombrío pinar al haz de luces pratenses. Y así las senderuelas marcaban la "senda" a seguir y el camino cada vez aparecía más claro de continuar...., pero el tiempo límite nos acechaba y el final de la mañana nos iba asediando...., pero ¿cómo marchar y dejar sólos en el prado al pairo del viento y malas manos?... Qué gusto da escuchar esos gritos de emoción en voz baja para no delatar nuestra presencia..., aún recuerdo a mi suegro y a mi amigo Julio dando saltos de alegría con la banda sonora de fondo de afiladas navajas quebrando pies de perretxicos... Y la hora se dió. Al llegar al Albergue el muy querido por todos "Navarra Team" ya había hecho su acto de presencia, y como si de tres grandes reyes magos se tratara, cargados de regalos repartieron sonrisas y amigables palabras por partes iguales, mientras haciendo un último esfuerzo se esmeraban en intentar clasificar las muestras que todos habían recolectado. Ya con frescas rubias en mano regando nuestros resecos paladares, comenzaron los concursos y los consiguientes repartos de premios a los ganadores (... esa pedazo de cesta con la que quedé 2º en la "Cesta + Bonita", seguro que hubo tongo), al tiempo que todo asistente entre premio y premio intercambiaba de forma contínua su interlocutor, departiendo abierta y amigablemente. La comida no fue menos que el resto de la jornada, y mientras platos de entremeses de la tierra (de ciervo y jabalí) y ese aceitito con Trufas de Monrabal, Marzuelo y el "Comando Utielano", deleitaba los paladares hasta encumbrarlos en un éxtasis casi divino (excepto a uno, jejeje, que no lo ve para tanto
), fue tan exquisito como efímero, pues apenas duró segundos tanto las trufas, como el aceite como el pan que rebañó los platos. Y el típico plato calentito de bacalao, patatas y rebollones, que no podía faltar ni fallar, junto con esas costillas confitadas con trufas y boletus, que unidos al amor y cariño con el que siempre nos trata Marta y su familia (propietarios de El Autillo), sólo habría que añadirle el guiño final en forma de boletus congelados que me regaló y una trufa (Ay Marta! si me sigues tratando así no te vas a deshacer de mí en mucho tiempo, muchos besos). Luego de la comida vinieron las fotos del grupo y la de los moderadores. Un éxito el resultado, un orgullo organizarla (a pesar de los guisos y desaguisados habidos), un placer vivirla, una lástima por aquellos que no pudieron estar pero que en otra estoy seguro estarán, y una obligación hacer otras para seguir con esta buena armonía que se vive en estos espacios creados para ello. Salu2
De izda a drcha: BobEsponga, Subagar, Lepista Nuda, Lusan, MiguelGimeno, SrHongo, Xiquet, SergioB y Jebaspe