Posiblemente sea la que dice Angel, Clitocybe alexandri.
Descripción: Sombrero duro, carnoso, de 70-130 mm de diámetro, convexo de
joven, luego plano, finalmente deprimido, conservando un mamelón bajo y ancho,
liso, de aspecto untuoso en tiempo húmedo, de color pardo-grisáceo, ocre-parduzco,
con el margen enrollado largo tiempo. Láminas apretadas, algo decurrentes, a
veces anastomosadas cerca del pie, de color crema a ocráceas, con la arista irregular.
Pie corto en relación con el diámetro del sombrero, de 50-90 x 15-35 mm, lleno,
del mismo color que el sombrero o algo más claro. Carne espesa, de color crema y
de sabor dulce.
Hábitat y fenología: Está citada en la bibliografía tanto bajo coníferas como planifolios,
en la montaña y en zonas más bajas. En Guadalajara la encontramos muy
abundantemente en los bosques de encinas y quejigos, que tanto abundan en la llanura
alcarreña, siempre en suelo calizo. Suele fructificar en otoño, tras las primeras
lluvias, sin fallar nunca, aunque el año sea malo.
Comestibilidad: Esta especie está considerada sin interés culinario o como comestible
de baja calidad.
Observaciones: Fácilmente distinguible, entre otras características, por su gran
tamaño, bastante inusual en las especies del género Clitocybe. También de buen
tamaño es la Pardilla (Clitocybe nebularis) de sombrero grisáceo a pardo-grisáceo,
liso, láminas crema-blanquecinas, pie algo claviforme, blanco y carne de olor fuerte
y sabor dulce. Esta especie es comestible, aunque provoca reacciones alérgicas en
ciertas personas. También parecida es Lepista panaeolus con sombrero de color
pardo-grisáceo a pardo-ocráceo, con manchas concéntricas más oscuras y carne
blanco-grisácea de olor fúngico y sabor algo picante a veces.
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