No sabes cuanto me alegro que por fin los hayas encontrado... y por lo que se vé no han sido pocos ¿eh?
Cuando cuesta tanto coseguir una cosa es cuando mas se valora.
Poco a poco nos vamos estrenando todos, así da gusto.
También se confunden con las cotezas de los árboles y las ramas de haya, sobre todo cuando hay mucha humedad.
Enhorabuena Mari, si que se ven fatal y se confunden con las piedras!!,
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Bueno, me pasé toda la mañana dando golpes con la makila y la mayoría de las veces eran piedras o trozos de corteza de las hayas bien camuflados entre las hojas. Es una locura, aunque es cierto que poco a poco vas aprendiendo a mirar, es fundamental, después de los tres primeros, parece que los ojos se educan y, aunque sean piedras, se fijan enseguida en cualquier mancha gris.