Bueno mas que de ciencia técnica es de observación y me refiero a las señales del bosque como cualquier señal que rompa el equilibrio momentáneo y que por costumbre adquirida siempre trato de comprobar y tratar de entender, señales nos asaltan muchas pero no siempre las identificamos, quién en el bosque no ha sido sorprendido por el estruendo de golpes, arañones de ramas con golpe seco final y si al mirar vemos la piña rodar nos tranquiliza porque la identificamos pero si no la vemos nos quedamos mirando para todos lados y algo mosqueados, pues de eso quiero contaros de que siempre trato de identificar las señales y os cuento:
El viernes salí con intención de ver hygrophorus y me fuí a un bosque cercano que sé que salen varias especies y a pesar de las nevadas recientes que tuvo pues de camino ver como estaba, nada mas llegar las hozadas del jabalí por doquier y a mirar, cantidad de botones de pequeñas setas lo que presume una pronta brotación y por la cantidad bastante buena, empiezo ya a buscar y pronto doy con ellos y el primero el H.hipothejus con grandes ejemplares, empiezo a buscar el mejor angulo, monto la cámara en el bastón, clavo, hago las primeras fotos y me gustan.
pero sigo en mi posición de rodillas y el ojo pegado al visor, cuando siento un rrarreo no muy cercano y pienso en el arrendajo en su quehacer bellotero y aumenta el tono cuando por el rabillo del ojo veo que los pocos rayos del sol que se atrevian a quebrar la oscuridad del bosque se entrecortan y ya giro la cabeza y en principio no veo nada, pero ¡ a ! si como a 50 mts una ardilla aireando con evidente signo de nerviosismo la cola erizada y emitiendo como rrarreos, es una señal inequivoca de que algún bicho la molesta, de pronto me acuerdo y giro la cámara y la fotografío como puedo pues no paraba
pero pronto desaparece y el silencio se impone, termino las fotos y me encamino al lugar tratando de entender que había pasado alli, dificil con la pinocha encontrar huellas del zorro, gineta o lo que fuera, o rastros, quizás palos que con la humedad arriba porque algo los volvió o por alguna pelea con algún congénere defendiendo su terreno, pero nada y empiezo a andar pero haciendo circulos mayores alrededor de la zona buscando algo, hasta que apareció, es la pelada del azor
se acababa de producir una viudedad posiblemente la pareja de la que ví, que trataba de desviar la atención del predador para intentar ganar ese segundo que marca la diferencia entre vivir o morir para su compañera, pero nó, se acababa de producir la ley mas natural de supervivencia "comer y no ser comido" y sin duelo ni tragedia se repondrá y con la fuerza que solo la naturaleza tiene para regenerar y se repetirá tantas veces como es necesaria para su equilibrio y lo que a esta como a otras las diferencia es que hubo testigo y lo contó.
Siempre procuro no dejar señales sin mirar, pues para un aprendiz de mucho y maestro de nada es una fuente constante de aprendizaje.
Saludos