Llevaba 3 semanas sin salir porque ha estado diluviando y tenía mono. Como el domingo amaneció sin lluvia excesiva, y había leido por facebook que ya empezaban a asomar los marzuelos, subí a un hayedo alavés que conozco muy bien.
Pero este hayedo estaba totalmente inundado, por lo que marzuelos ni verlos. Lo único que vi fue unos bonitos Stereum insignitum. Y tiré para la costa, muy cerquita de casa.
Ya cerquita de la costa, estuve primero en una zona de campas, encinas y robles. Como sigue lloviendo, y no hace ni gota de frio, siguen saliendo muchísmas cosas.
Entre los robles encontré Clitocybe nebularis, Hygrophorus arbustibus, Helvella crispa, Russula atropurpurea y Tricholoma saponaceum.
Las campas siguen llenas de Cuphophyllus pratensis, una seta que me encanta.
En las campas quedaban las últimas plateras (Infundibulicybe geotropa), el inconfundible Hygrocybe colemanniana, con láminas y pie blancos, y sombrero de un gris parduzco muy característico, Hygrocybe chlorophana y Glyophorus irrigatus, con pie y sombrero muy viscoso y gris, que contrasta con sus láminas totalmente blancas.
Entre encinas Hygrophorus roseodiscoideus(foto de móvil) con sus láminas anaranjadas, Lactarius atlánticus, Lepista nuda, y Helvella lacunosa
Ya en el pinar encontré varias cosillas. En zona con eucaliptos encontré Laccaria fraterna.
En pinar de Pinus pinaster Gyromitra infula(foto de móvil).
Y en Pinus radiata la abundantísima Amanita gemmata, sin anillo y con color natillas, Hydnum repandum y Clavulina rugosa.
Y para terminar, una especie típica de los pinares en esta época. El Cordyceps militaris que parasita las crisálidas de las procesionarias.
Un saludo, y que la temporada de 2018 sea excepcional para todos/as.